Los jardineros que son verdaderamente previsores pueden lograr mucho más que aquellos que se enfocan casi exclusivamente en el aquí y ahora. Plantar un jardín para las generaciones futuras significa que podemos asegurar una verdadera sostenibilidad. Además de centrarnos en las necesidades y los deseos del presente, nos aseguramos de que nuestros jardines satisfagan las necesidades y los deseos de las generaciones futuras.
Plantación perenne
Los nuevos jardineros, en particular, se centrarán en la creación de huertos anuales de frutas y verduras. La producción de cultivos anuales puede satisfacer sus necesidades y las de su familia a corto plazo. Esto puede ser, por supuesto, algo muy valioso que hacer.
Sin embargo, es una gran idea pensar más allá de los cultivos anuales y considerar árboles, arbustos y otras plantas perennes que proporcionarán rendimientos no solo para una sola temporada, sino durante varios años por venir.
Es posible que plante muchos árboles y arbustos frutales diferentes que pueden generar rendimientos en unos pocos años. Algunos comenzarán a dar frutos más rápido que otros.
Elegir árboles y arbustos a raíz desnuda puede ser una buena estrategia para crear un jardín que resistirá el paso del tiempo, aunque, por supuesto, los rendimientos comenzarán siendo relativamente bajos antes de crecer cada año. Y algunos árboles pueden tardar mucho más en proporcionar sus rendimientos primarios.
Mirando hacia el largo plazo
Algunos jardineros pueden estar impacientes por obtener rendimientos. Pueden centrarse en las plantas perennes que ofrecen rendimientos en unos pocos años, en lugar de pensar a más largo plazo. Pero cuando se busca una verdadera sostenibilidad, es importante no descartar la plantación de esos árboles y otras plantas que tardarán mucho más en producir sus rendimientos.
Pensar a largo plazo es más común en la silvicultura, donde se puede plantar un grupo de árboles con miras a talarlos o rebrotar en un ciclo a más largo plazo. Pero mirar hacia el futuro en un jardín es una práctica menos habitual. Pocos optan por plantar árboles de los que sólo sus hijos o nietos podrán ver los rendimientos. Pero es un error pasar por alto el potencial de plantar un jardín para las generaciones futuras.
Al planificar y plantar adecuadamente hoy, podemos asegurarnos de construir ecosistemas vibrantes que secuestran carbono, protegen y construyen el suelo, administran el agua de manera inteligente y brindan alimentos, refugio y otros recursos para las personas en los años venideros. Debemos pensar no solo en nuestras propias necesidades y las necesidades de nuestras familias, sino también en las necesidades de los que aún no han nacido. Puede que ni siquiera vivamos para ver los rendimientos de ciertos árboles, pero deberíamos considerar plantarlos de todos modos.